¿Tener accidentes ó ser un accidente?
Miles de jóvenes en Latinoamérica creen que son accidentes. Piensan que por haber sufrido algunos percances y tener experiencias que no quieren ni recordar se han convertido en un accidente total, sus padres lo piensan, sus amigos lo dicen y su soledad interna se los recuerda.
Por dicha razón se puede andar por la vida pensando que todo es producto de una triste casualidad, y viéndose como pieza de un rompecabezas que alguien nunca quiso terminar.
Cuando se tiene esta mentalidad solo se consiguen saldos negativos, se piensa que por haber tenido malas experiencias la tendencia siempre será la misma, y esto dificulta que puedas ver a un Dios deseoso de ayudarte a cambiar tu realidad, de forma que encuentres Su propósito en esta tierra.
Al pensar en momentos amargos y juventud, siempre se me viene a la cabeza la vida de un chico que nos muestra la Biblia llamado José, Dios había colocado en su corazón sueños y tenía para con el un propósito, pero desde su
adolescencia su vida fue realmente accidentada, podríamos decir que tenia la peor suerte del mundo: Hermanos que lo intentaron matar por envidia, vendido como esclavo, difamado como violador por una poderosa mujer y por último encarcelado.
En cada “accidente” tomó la decisión de verse como un triunfador a pesar de todo y en medio de esa cárcel llena de ratas y cucarachas su historia da un giro sorprendente
y termina siendo el segundo después del rey del imperio más poderoso de su época.
¡Eso si es una vida accidentada de alguien que tenia un increíble propósito!
Te animo a que pienses que los accidentes no definen que tengas ó no un propósito divino en esta tierra. Y que a partir de ahora cada que veas un escollo piensa que es solo una palanca útil para hacer cumplir el sueño de Dios en tu vida.