Dios sabe muy bien que últimamente te has sentido cargado, parece
como que el río se esta saliendo de su cause y te sientes en aprietos.
Y es normal que en momentos como esos sientas una carga tan fuerte que
pareciera que es muy difícil de sobrellevar, pero, ojo, no es imposible.
Es
que aun cuando sabemos que podemos descansar en Jehová nuestra mente se
rehúsa a creer que esto es la solución, y es porque se trata de batalla
entre mi mente y mi fe. Por un lado tu mente te dice que lo que estas
pasando es demasiado difícil de soportar, que a lo mejor y ni podrás,
pero por otro lado se encuentra tu fe, si, esa que aunque muchas veces
no la queremos usar se encuentra por ahí, esa que brilla en medio de la
oscuridad y que nos hace creer que todo tiene solución.
Y es que
la FE jamás nos dejara caer, jamás se rendirá frente a cualquier
circunstancia, porque la FE es FE, y la certeza de lo que se espera
siempre estará ahí, así como la convicción de lo que aun no veo, pero
se que veré.
En estos momentos de carga y hasta miedo de tu
futuro Dios se presenta delante de ti y te dice: “Echa sobre mi tu
carga”, en pocas palabras y en lenguaje popular: “Yo lo llevare por
ti”, y es que Dios es experto en hacer las cosas mas difíciles por
nosotros, sin tan solo se lo permitimos.
Quizá tu carga ha sido
tan dura que sientes como las fuerzas se te han terminado, pues tienes
mucho tiempo trayéndola encima de ti, pero en este momento Jesús quita
toda carga de tu vida y la toma El, y no solo eso, sino que te SUSTENTA.
La
Palabra Sustentar significa dar alimento, dar de comer, y es que en
esos momentos de flaqueza, en donde la FE tiene una lucha contra la
mente humana y en donde lo menos que hay es ganas de alimentarse, Dios
se presenta como todo Padre amoroso que al ver a su hijo sin energías
se preocupa por alimentarlo. Y es que así es mi Dios, así es tu Dios.
En
este momento precioso Dios se quiere encontrar contigo, ya no es
momento de fijarte en la carga que te ha sido un peso fuerte, es
momento de rendirte delante de El y decirle: “Ya no puedo mas”, en ese
momento El tomara tu carga y comenzara a alimentarte, es decir a
sustentarte, a través de su hermosa presencia, pues la palabra clave
para que esto ocurra es: “Me rindo”, pues cuando te rindes a El estas
reconociendo que ya no puedes mas y por ende es el turno de Dios, aquel
que JAMÁS te fallara y que te renovara como las águilas.
Hermano
amado, no se que te ha estado quitando la paz últimamente, no se cual
sea tu carga que has venido llevando y que te ha robado el gozo del
Señor, mas en esta hora Dios me pone en mi corazón decirte que EL ESTA
CONTIGO, El quiere sustentarte, el no te dejara caído, pues eres
especial tesoro para El.
Es hora de rendirnos delante del Señor,
reconocer que no podemos mas en nuestras propias fuerza, depositar
nuestra carga a sus pies y permitirle que sustente nuestra vida con un
fluir de su Santo Espíritu sobre nosotros.
Recuerda:
“No dejará para siempre caído al justo”