El conocimiento envanece, pero el amor edifica.(1 Corintios 8:1)
Nadie
podría acusara los fariseos de la época de Jesús de ser ignorantes
respecto al Antiguo Testamento. Lo conocían tan bien que muchos de
ellos se dedicaban a enseñar a otros cómo debían vivir. Se volvieron
orgullosos, arrogantes, y severos (Mt 23).
He de confesar que lo
comprendo bien. Después de unos dos años de escuela bíblica, me pensaba
que lo sabía todo. Recuerdo que hacía observaciones sarcásticas acerca
de algunas afirmaciones que oía en sermones. Una vez me sentí
especialmente crítico de un orador invitado que estaba lleno de
entusiasmo, pero no bien instruido. Mi problema de raíz era la soberbia
y la falta de amor. Tenía conocimiento, pero no sabía como dominarlo.
Necesité la reprensión de un hermano en el Señor para ver que mi
conocimiento estaba haciendo más daño que bien.
Es bueno tener
conocimiento de la Biblia. Necesitamos aprender todo lo que podamos
acerca de la Palabra de Dios y cómo se aplica a la vida diaria. Pero
podemos volvernos orgullosos de nuestro conocimiento. Es por esto que
Pablo dijo: «El conocimiento envanece, pero el amor edifica» (1 Co 81).
Cuando
nos sentimos superiores a otros cristianos por lo que conocemos, y
cuando empleamos lo que sabemos para promocionarnos a nosotros mismos
en lugar de para edificar a otros, estamos motivados por la soberbia,
no por el amor.
Señor Jesús, ayúdanos a conocer, pero también a amar.
PENSAMIENTO: El conocimiento menos el amor nos hace soberbios; el conocimiento más el amor nos hace semejantes a Cristo.
¡¡¡¡¡¡Maranata Cristo viene!!!!!amén.