turkita_kali moderador
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| Tema: nuestra fe es poderosa Miér Ene 06, 2010 5:11 am | |
| Hermanos, si leemos en los Hechos de los apóstoles 3:1-8, nos daremos cuenta allí de lo poderosa que puede ser la fe, cuando nuestra comunión junto con la fe, esta dentro de nuestro corazón.
Dice la palabra: Pedro y Juan, subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. Y era traído un hombre cojo de nacimiento a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llamaba La Hermosa, para pedir limosna de los que entraban en el templo.
Este cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diese limosna. Pedro con Juan, fijaron en el los ojos, le dijo, míranos, entonces él le estuvo atento, esperando recibir de ellos algo.
Mas Pedro dijo: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándolo por la mano derecha le levantó, y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; y saltando se puso de pie y anduvo; y entro con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios. Hechos 3:1-8
Este pasaje nos deja como enseñanza que de acuerdo a la fe que nosotros pongamos en las palabras, podemos lograr que el Espíritu Santo que se encuentra en nosotros haga el milagro.
Pedro y Juan tenían esa fe y ese Espíritu, por lo cual los llevo a poder realizar el milagro de curar al cojo,
Hermanos, si nosotros tenemos esa fe y convicción de que el Espíritu Santo mora en nosotros también podemos realizar ese milagro que Pedro realizó,y bendecir y echar demonios, en el nombre del Señor.
Pero todo es cuestión de creer que lo que el Señor nos deja en las escrituras es real, que debemos confiar en él, y no dudar, ni dejar que Satanás quiera poner en tu mente esa semilla de cizaña, que es la duda, para que pierdas la bendición.
Tengamos siempre la misma seguridad que lograremos los objetivos, como cuando hacemos un trabajo que conocemos, o hablamos de amor a la persona que queremos, y estamos seguros que seremos retribuido en ese amor.
Es mi deseo que el Espíritu Santo nos guie y nos de a todos la confianza y la fe suficiente como la tenían Pedro y Juan.
El que tenga oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Amén | |
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