Juan 11-14. Entonces Jesús les dijo claramente: Lázaro ha muerto;
15. y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él.
16. Dijo entonces Tomás, llamado Dídimo, a sus condiscípulos: Vamos también nosotros, para que muramos con él.
Siempre si nombramos a Tomás de seguro que nos vendrá a la mente el incrédulo que tuvo que meter sus dedos en los orificios de las heridas de Jesús, y es lógico, pero Tomás era algo mas que un incrédulo, era un discípulo, y no un cualquiera, sino que era respetado entre los discípulos, pues se le tenía en cuenta cuando hablaba, acá vemos que en versículos anteriores (que no he puesto no por serles cansos) los discípulos tratan de hacer cambiar a Jesús de parecer en cuanto a volver a Judea y mas concretamente a Betania, ya que salieron por patas de allí pues querían apedrear a Jesús, en estos dimes y diretes emerge la figura de Tomás para convencer a los demás, no de cualquier cosa, sino que les convenció a morir con el Maestro.
Esto denota que Tomás era un hombre con una fuerte personalidad, un hombre echado palante, que examinaba las cosas y acto seguido tomaba una decisión, por lo cual era un hombre con liderazgo, los que ejercen el liderazgo necesitan la cualidad de procesar los datos y hacer un analisis coherente y real para así tomar una decisión firme y autoritaria, eso conlleva que Tomas era un hombre realista, objetivo, y esa cualidad en ese preciso momento fue algo digno de ser ensalzado, pero si lo traspasamos a la gran encrucijada de Tomás del necesito ver para creer, esa misma cualidad se trasforma en debilidad y falta, su cualidad de ser realista y coherente era también su debilidad, pues le interfería en su fe.
Pero hay un dato que me encanta, y es que en el versículo 15 jesús les dice:y me alegro por vosotros, de no haber estado allí, para que creáis; mas vamos a él. acá vemos que en el punto álgido de Tomás tomando liderazgo y obrando bien en favor de Jesús, el Señor le ofrece la posibilidad de que su cualidad se perfeccione, y esa cualidad que le hace ir a morir a Betania le ofrece la posibilidad de que sea creyente, ese fue un trato de Dios para Tomás, Gloria a Dios por su trato.
Todo esto que comento tiene dos enseñanzas, una que siempre tendemos a asociar las cosas o personas en nuestra mente, a veces incluso de forma inconsciente, así si decimos arena muchos piensan en la playa, si decimos Zaqueo yo pienso en un enano, creo que se entiende.
La idea es que nosotros como cristianos debemos de forzarnos a saber ver lo bueno en los demás, somos cristianos, no debemos juzgar o preconcebir ideas perjudiciales, no, debemos ser como Cristo que tira nuestros pecados al fondo del mar y sin embargo premia nuestras pequeñas victorias y exiguas bondades.
La segunda es que como dice la palabra:2 Corintios 12:9: Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se PERFECCIONA en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
Osea que nuestra debilidad, eso que nos hace morder el polvo a veces, sirve de unión entre el Espíritu Santo y nosotros, pues ambos tenemos algo en lo que trabajar, algo que nos hará trabajar y tratar de forma muy íntima y personal, y de paso nos muestra que Dios en su misericordia usando nuestras cortas habilidades nos usa, pero que no descuida nuestro perfeccionamiento.
Este caso que yo tildaría de juicio precipitado e injusto, pues aunque es cierto que Tomás falló, si no acertamos a ver sus cosas buenas estaremos minusvalorando un gran ministerio, como este he encontrado varios casos, de gente que lleva colgada un cartel y no se ve mas que ese cartel, quizá los busqué porque me identifico con ellos, así que les propongo busquen ustedes estos detalles en la palabra como ejercicio para aplicarlo después a nuestros hermanos de hoy en día.
Bendiciones