turkita_kali moderador
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| Tema: Riquezas, ¿de qué sirven si no hay paz interior? Vie Jun 25, 2010 1:08 pm | |
| No quiso mirar a nadie cuando mirar a nadie cuando lo sacaron del edificio de apartamentos, esposado. Lo seguían seis agentes de policía. Uno de ellos hablaba por intercomunicador. "Ya lo capturamos y vamos para la Comisaría", anunció.
Al día siguiente apareció en todos los diarios. Un periodista incluyó una leyenda. Lo calificaban de peligro enlace del narcotráfico. Distinto del hombre sencillo y amable que diez años antes recorría las calles de Toledo, un barrio céntrico de la ciudad.
No ocultaba su deseo de cambiar su nivel de vida. "Ojala dejara de vivir en medio de tanta pobreza", repetía a sus amigos.
Y la ocasión llegó. Primero, desplazar un cargamento de coca entre dos barrios, eludiendo dos retenes. Lo hizo camuflando la droga en una carretilla, que cubrió con desperdicios y papel para reciclar. En adelante, sus acciones fueron más osadas y escaló rápidamente hasta ser uno de los hombres más cercanos a jefes de traficantes.
Dinero, posición, buen barrio, carros lujosos, mujeres lindas… y la cárcel. Y allí, en medio de otras personas que como él pagaban muchos años de condena, se preguntaba si la vida tenía sentido…
Sí, una existencia con sentido y propósito parte de un análisis sobre cómo estamos viviendo, y definir hacia dónde nos dirigimos si seguimos el curso de los hechos. Un segundo elemento es tener el valor suficiente para que abramos el corazón a los cambios que opera Dios, y tercero, asumir la nueva vida que nos ofrece a nivel personal y espiritual.
Es hora de revaluar principios y valores
Con frecuencia viene a mi memoria la historia de una mujer de la zona marginal de una ciudad. Era muy pobre. Por años guardó dinero con el anhelo de comprarse un pequeño aparato de televisión. Y pese a la precariedad, lo logro.
Pasado algún tiempo el lugar que habitaba se inundó. Tratando de salir a tiempo, tomó a un hijo de pocos meses, ordenó al segundo que se asiera de uno de sus brazos y como pudo, tomó el telerreceptor. La fuerza del agua arrastró a su hijo recién nacido... pero salvó el televisor...
Igual con la vida de muchos hombres y mujeres: venden su vida a cambio de las posesiones materiales que son, al fin y al cabo, solo propiedades perecederas. Si nuestros principios y valores sólo giran en torno a las posesiones, experimentaremos una vida vacía y sin sentido.
A quienes enfrentaban una situación así, el Señor Jesús les dijo: "Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mateo 6:33).
El orden lógico de Dios para nosotros es, primero, buscarle y después recibir bendiciones materiales y espirituales. Sin embargo muchos lo invierten: buscan primero las bendiciones materiales, luego las espirituales y por último—si es que se acuerdan de Él —buscan a Dios. | |
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