Tema: “El error de no escuchar a Dios”Texto: Génesis 3:1-6Escuchar a Dios no es algo que hay que hacer sólo una vez. Debemos mantener siempre su Palabra delante de nosotros, o comenzaremos a escuchar las voces equivocadas.
En Génesis 2.16, 17, el Señor dio la orden de no comer del árbol del conocimiento del bien y el mal. Pero Eva comenzó a escuchar otra voz, y no se sujetó firmemente a las palabras de su Creador. Lo único que Satanás tuvo que hacer fue plantar una sola duda acerca de la integridad de Dios, y ofrecerle a Eva la oportunidad de hacer las cosas a su manera, y ella lo creyó. Le habló de tener sabiduría, pero Eva, usando su propio razonamiento, añadió dos beneficios más a la tentación: el fruto era bueno para comer, y agradable a los ojos.
Las tretas del diablo no han cambiado. Sigue susurrando mentiras y torciendo la verdad para convencernos de que no se puede confiar en Dios, y de que sus caminos no son los mejores. En cada tentación hay un engaño en cuanto al carácter y el propósito de Dios, más la atractiva promesa de un mejor camino.
El mundo está lleno de voces que compiten por nuestra atención, y que influencian nuestras acciones y pensamientos. Piense en los mensajes que le llegan cada día a través de los medios de comunicación y las personas, y comience a compararlos deliberadamente con lo que dice la Escritura en cuanto a Dios y sus caminos.
Recordar lo que Dios dice en la Biblia, es nuestra defensa contra el engaño y la tentación. Las devociones diarias no nos protegerán si las olvidamos rápidamente a lo largo del día. Siga el ejemplo de Cristo: esté preparado con la verdad en su mente y en sus labios cada vez que sea tentado (Mateo 4:1-11).