Cierta noche en una vía transitada, un autobús cargado de pasajeros volcó sobre una de sus márgenes. El saldo de personas accidentadas fue nefasto. El conductor del automotor que veía detrás comentó: "Qué extraño, ¿acaso no vio éste hombre las señales de advertencia que había a lo largo de la carretera?".
El motorista del vehículo accidentado explicó: "Infortunadamente no me percaté de mirar a los lados y, por supuesto, desestime las indicaciones de peligro".
Igual ocurre con el creyente. Cuando no ha desarrollado el discernimiento, fácilmente cae en el sinnúmero de trampas que Satanás pone a nuestro paso. También cuando obramos con insensatez, generamos las condiciones para enfrentar las desagradables consecuencias.
¿Ha desarrollado el discernimiento? Es hora de que ponga esta petición delante de Dios.
El temor y el desánimo no pueden derrotarnos
Si hay discernimiento en el cristiano, reconocerá cuando la oposición proviene de Satanás y no obedece a simples circunstancias.
El discernimiento en el cristiano le permite descubrir cuando se encuentra a las puertas de un gran peligro.
El discernimiento en el cristiano le permite apartarse del peligro.
Con ayuda de Dios, el cristiano enfrenta exitosamente el temor y el desánimo